jueves, 19 de abril de 2012

RELATO DE FUTBOL


Una vieja portada de aquellos albunes futbolistico
de nuestra infancia


Este aumque es un blog dedicado a la informaciondel Diter Zafra , es como hemos reflejado muchas veces , un blog de futbol , por ello,abrimos la pueeta a todo lo relacionado con este maravilloso deporte. Asi pues, y aplicando tal circustancia, publicamos hoy un relato que nuestro amigo y habitual lector de este blog , ROBERTO FARONA , nos envia. Un breve relato de futbol y de historia humana. bajoi el titulo generico " Los remedios de Teodomiro el masajista " Que disfruten su lectura.

" Pocos podían creer en la veracidad de semejante revelación, realmente asombrosa aunque un tanto discutible. Pero era la pura realidad. A la mayoría le costaba trabajo creer que las botas de clavos inventadas por Teodomiro el masajista eran la causa de la remontada de su equipo. Desde hacía cuatro meses el Rayo Industrial había cobrado nueva vida. No dejaba de ganar partidos uno tras de otro desde entonces, y para mayor orgullo de junta directiva y afición, que se había triplicado y ahora llenaba a rebosar el campo todos los domingos, ondeando sus banderas al viento gloriosamente.

La clave del éxito futbolístico se basaba en la modificación que había introducido Teodomiro de acuerdo a su singular método empírico de trabajo y que había cristalizado en la implantación de unas plantillas en las botas cuyos clavos disponían de muelles que permitían tomar impulso al jugador. Hallazgo éste fruto de la observación de cientos de partidos de la liga de fútbol filipino, una competición muy agresiva, al decir de Teodomiro. Claro, decía yo, porque en Filipinas no se sabe jugar al fútbol. Pero yo digo el fútbol americano. Ah, perdona, Teodomiro, hombre.

El Rayo Industrial había alcanzado a ser campeón de invierno al cierre de la primera vuelta, remontando catorce puestos en tan sólo siete o nueve partidos. Eran de ver las internadas en el área contraria, tan llenas de fuego, de ahí que se hicieran merecedores del apodo con que totalmente respetuosos y llenos de temor reverencial les denominaban los rivales: los aguiluchos, porque su juego era rápido y limpio. Apenas había jugadores lesionados, si acaso un delantero que se internaba más de la cuenta en el área contraria y acababa empotrándose en el muro del estadio por un mal descuido. No había quien pudiese parar al Rayo Industrial y todo apuntaba a que ascenderían esta temporada.

Queriendo asegurar la buena racha, y para que los espías deportivos nada pudiesen hacer en el vestuario, Teodomiro había recurrido a un nuevo remedio por si fallaban sus botas. Esto sí que era la bomba. El agua tonificante que tenía preparado para los muchachos en los descansos de los partidos estaba bendecida por el Papa, un día que se acercó en vacaciones al Vaticano. Nadie podría negar que era un remedio absolutamente infalible ".

1 comentario:

Clara dijo...

que atrevido el Teodomiro, sin mirar los efectos secundarios, ¿cómo se le ocurre?. el agua bendita puede hacer cualquier cosa...

me ha gustao, sobre todo la imagen del futbolista chocando contra el muro...